TERRA INCOGNITA.
En la época de los grandes descubridores europeos, solía aparecer en los mapas grandes extensiones de terreno bajo el nombre de Terra Incógnita, una manera fina de decir (ni p. idea lo que hay más allá). Siempre me ha parecido una curiosa forma de clasificar y nombrar lo inimaginable e inabarcable, es decir, lo desconocido.
En la Tierra de las incógnitas puede pasar cualquier cosa. Puedes toparte nada más ni nada menos que con 7 ciudades de oro, la fuente de la juventud o el reino extraviado de un tal Preste Juan. Puedes acabar perdido y sin rumbo como De la Vaca o siendo ministro de algúna corte oriental. Todo puede ocurrir más allá de las fronteras. Una vez has zarpado nada volverá a ser igual, porque el lejano horizonte esconde algo, más allá de donde los cartógrafos alcanzan a describir se encuentran tus deseos, tus anhelos, tus razones. Y veas lo que veas, sean como sean, el viaje ya ha comenzado. Así que sujétate bien marinero que viene tormenta!
5 de mayo de 2010, 22:54
Ahora entiendo lo de Rumbo a Terra incognita...
te dejo aquí unas lineas:
"Los peces de colores sólo tienen tres segundos de memoria. ¿Lo sabias? Si tardan tres segundo en rodear la pecera todo es nuevo otra vez. Cada vez que dos peces se ven es como la primera vez. Es como si fueran humanos. Como cuando nosotros nos enamoramos, es como si fuera la primera vez..." (Goldfish memories, Liz Gill 2003)