
El camino del jaguar es de temperamentos violentos.
Esta violencia no es como la entendemos comunmente. Es más bien la concentración de la fuerza creativa en cualquier acción. Cada hombre puede ser presa no solo por la observación detenida sino más bien por un instinto heredado.
Es natural, velocidad y tamaño pueden actuar con gran rapidez ya que el jaguar en su totalidad es un equilibrio de fuerzas.
Si podemos imaginar todas las cosas que nos rodean sumergidas bajo el agua, podremos controlar su flujo y la dirección. Es comportarse como el jaguar pero con la forma humana.